A continuación daremos un repaso a 4 subtemas relativos a la psicología en pleno siglo XXI. Pero primero queremos aclarar que, aunque en el ámbito teórico la psicología ha avanzado de manera increíble, en la práctica de las personas y no de los profesionistas (aunque algunos siguen en el siglo pasado) existen varios impedimentos en torno al uso, comprensión, aplicación y prejuicios sobre los ámbitos “psi”.
Es por eso que decidimos formular una serie de puntos sobre 4 subtemas en torno al cotidiano y, paralelamente, desprestigiado mundo de la psicología.
(Α) ¿Cómo saber si necesito ayuda psicológica?
Ante situaciones de maltrato, violencia, eventos traumáticos o inestabilidad emocional, los siguientes serán posiblemente válidos para usted:
Sentimientos de indignidad, vergüenza y culpa.
Inseguridad y baja autoestima que no le permiten emitir su opinión o definir límites ante los demás.
Creencia en que cualquier persona es más importante que usted.
Creer que el amor es servir a las necesidades de otros.
Le cuesta mucho expresar su enojo y decir que “no”, ante situaciones en las que no está de acuerdo.
Acepta personas que no la/lo valoran y pierde interés en personas que parecen valorarla/o.
Dificultad para confiar en los demás, seguido de desconfianza y temor hacia nuevos proyectos.
Suele suponer que la gente le traicionará o engañará a la primera oportunidad, por lo que evita relacionarse demás.
Incomodidad para tratar temas sexuales y, al mismo tiempo, lleva a cabo prácticas sexuales de manera repetitiva (masturbación o consumo pornografico diario y constante).
No siente que merece proyectos exitosos o felicidad alguna, por lo que busca relaciones sin posibilidad de emociones y compromisos serios.
Se le imposibilita actuar de manera espontánea y todo debe llevar cierto plan o control específico.
Siente que su vida es monótona y repetitiva. Usualmente piensa que su vida ha pasado sin que decidiera sobre cambios importantes en su vida.
Se muestra enojado/a con familiares específicos y evita o no puede comunicarse de manera tranquila y relajada con ellos.
La felicidad de otros le parece una farsa o algo inalcanzable para usted.
Los modelos de pensamiento mencionados previamente, son ejemplos de diferentes pensamientos, emociones y conductas que pueden tratarse en una terapia psicológica, con el objetivo de mejorar su vida en aspectos emocionales, mentales y conductuales. Estos ejemplos suelen impedir que mejoremos nuestras vidas y usualmente llevan a que nuestro carácter y personalidad empeoren, haciéndonos más daño y a los que nos rodean.
Iniciar un proceso psicoterapéutico suele ayuda para prevenir el empeoramiento de estas conductas y pensamientos repetitivos que nos limitan.
(Β) ¿Qué estrategias puedo utilizar en mi vida cotidiana para desestresarme y relajarme?
Considerar si lo que te preocupa constituye una situación o un problema: ambos tienen solución.
Escribir sobre los problemas que te aquejan y después quemar esos escritos.
Aceptar la culpa, el enojo, la vergüenza, el arrepentimiento sobre acciones, emociones o pensamientos que nos repetimos. Muchas veces negamos nuestra responsabilidad sobre aquello que nos aqueja.
Expresar el dolor o tristeza mediante el llanto, el enojo o la duda, en espacios pr vados como tu cuarto, al bañarte o en espacios de soledad y privacidad. Encontrar manera de expresar lo que sientes.
Restablecer tu autoestima al practicar nuevas actividades como: hacer ejercicio, clases de arte, cine, estudiar sobre nuevos temas, socializar con amigos o familiares que no frecuentas tanto.
Recuperar la seguridad en ti mismo al llevar a cabo estas nuevas actividades. Recordar que todo tiene solución.
Aceptar que lo ocurrido en el pasado no tiene posiblidad de cambiar, por lo que intentar no repetir las acciones que nos atormentan, o perdonar a los que hicimos daño, resultan la accion primordial para cambiar.
Liberar tensión y energía acumulada mediante el baile, la meditación, la creación artística, el ejercicio o el estudio.
Expresar tus emociones en el momento y ante las personas que te hacen sentir mal, de manera efectiva y directa, sin herir a los demás. Es cuando contenemos y evitamos expresar que explotamos y herimos a los demás.
No tener miedo al decidir poner límites sobre aspectos en los que no estás de acuerdo, ya sea en pareja, en familia, en el trabajo o con los círculos sociales que frecuentas.
En situaciones de crisis, concentrarse en la respiración, ya sea con los ojos abiertos o cerrados y contactar con nuestro cuerpo. Recordar alguna canción que nos guste y enfocarnos en cantarla internamente.
Prevención 1: cuidar los horarios de sueño y generar una disciplina de descanso.
Prevención 2: cuidar los horarios de comida y cuidar la calidad de lo que comes.
Prevención 3: crear límites sobre hábitos de consumo de alcohol, tabaco, azúcar, sal, agua; así como el de otras drogas ilegales.
Recuerda que todo lo que hacemos, decimos, practicamos, consumimos y pensamos tiene una repercusión directa en lo que seremos.
Estas estrategias suelen ser mecánicas y les quitamos la importancia que tienen sobre otros factores, pero son esenciales para mejorar tu salud mental.
(Σ) ¿Qué es la psicología y de qué me sirve?
Entender mejor mis acciones, pensamientos y emociones.
Comprender la forma en la que soy conmigo y con los demás.
Poder considerar las cosas desde otro punto de vista.
Posibilidad para cambiar aspectos de mi vida que no me gustan o quiero dejar.
Formas para mejorar o adquirir nuevas fortalezas para mejorar mi vida personal, familiar, de pareja, laboral y social.
No explotar cuando me frustro ante situaciones que no logro superar.
Generar cambios que mejoren a las personas que me rodean.
Sobrellevar enfermedades congénitas, problemas físicos o médicos que me afectan.
Fortalecer aspectos de mi personalidad que me sirven y necesito para mis actividades diarias.
Encontrar sentido a mi vida y obtener sentimientos de plenitud.
Vivir mayores momentos de tranquilidad y bienestar conmigo mismo y los que me rodean.
Obtener herramientas ante problemas en mi trabajo, familia o vida social.
Aceptar las cosas que no pude cambiar y mejorar a aquellos que me rodean.
Generar un equilibrio entre las personas que me rodean, las emociones que vivo y el cuerpo que me cuida.
No esperes a que las emociones y situaciones te sobrepasen. La psicología es una herramienta en la cual te puedes ayudar y mejorar.
Acércate a DERIVA y nosotros responderemos todas tus dudas, con el objetivo de encontrar el mejor tratamiento para tus objetivos.
(Δ) ¿Qué NO es la psicología y cuáles son los prejuicios en torno a su práctica y usos?
La psicología no moraliza: no te dice qué está bien y que está mal. Mucho menos te ordena lo que debes o no hacer.
Su código de ética no permite que aquello que expresas con un psicólogo sea divulgado. Todo se queda en la consulta.
Un tratamiento psicológico no es caro. Existen especialistas que ajustan sus precios a las capacidades de cada persona que tratan. Así que siempre habrá una posibilidad de que acudas a una labor psicológica, sin que afecte de manera extrema tu economía personal.
No necesitas sufrir situaciones extremas para iniciar un tratamiento psicológico.
El mejor momento para acercarte a la psicología es de manera preventiva, antes de llegar a los excesos y poner en peligro tu salud o la de otros.
No es una excusa para justificar acciones pasadas que afectaron a los demás.
Es falso creer que es para débiles; se requiere de fortaleza para aceptar que uno quiere y puede cambiar.
No es un proceso largo o corto; el transcurso temporal de un tratamiento psicológico depende de las características y objetivos de cada persona, puede ser de años, meses o semanas.
No es un invento; muchas afecciones suelen ser enfermedades fisiológicas que se tratan desde la mente o desde el cuerpo.
No sólo trabaja de manera individual, también puede aplicarse a parejas, familias, grupos y colectividades.
Cuenta con muchos métodos y teorías que, aunque no tengan validez científica, no significa que no sirvan o deban ser desprestigiados.
No es para ridiculizarse, sino para decidir mejorar y fortalecer aspectos que ya funcionaban.
No trata sólo a la mente y las emociones, sino al cuerpo y las actividades más cotidianas; por lo que puede ser un complemento de mejoría en la vida.
No es una medicina que uno se toma por un tiempo y se cura mágicamente; requiere de la voluntad de cambiar y mejorar para encontrar resultados.
Recuerda que en la psicología, de todos lo que consumimos en nuestra vida, el dinero debe considerarse como una “inversión” y no como un “gasto”.
Si intercambiáramos sólo el 10% de todas las compras en postres, alcohol, tabaco, aparatos electrónicos y accesorios lujosos, podríamos reconvertir ese porcentaje en un tratamiento de calidad y para toda nuestra vida.
Mejorar nuestra Salud Mental es una cuestión de enfoque y decisión, ni de imposibilidad ni de necesidad.
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