Ya sea para mejorarla o afectarla, mantener un equilibrio emocional es la base para llevar una vida relajada y estable. Y queremos este equilibrio para mejorar nuestra calidad de vida, haciendo felices a las personas que queremos y con las que nos sentimos bien.
Actualmente vivimos en tiempos donde todo se hace por lo emocional, excepto buscar un equilibrio emocional. La importancia del trabajo, del dinero, del éxito y proyectos infinitos, son siempre la excusa que usamos para no detenernos a contemplar y reconocer nuestros estados emocionales. Terminamos justificando todo tipo de actos para evitar decirle a alguien que no nos gusta lo que hace, o que le extrañamos, o que nos desespera en ciertas formas de ser.
Como creemos que es más importante trabajar, no nos acercamos a hablar con la otra persona. Suponemos que la honestidad emocional tiene que ver más con guardarnos nuestras formas de ser para sacrificarlas con más trabajo. Y así entramos a un ciclo en dónde las emociones nunca son aceptadas, todo lo contrario, las hacemos invisibles para nosotros mismos.
Pero esto es un error. Pues las emociones siempre están ahí, en un mundo afectivo que no para de crecer. Por ejemplo, sabías que:
“Los sentimientos, no persistirán en realidad, a menos que también lo hagan las actividades con ellos relacionadas. Los vínculos emocionales entre personas no existen en un vacío, sino que son sustentados por incontables y repetidos acontecimientos” (Homans, 1950, p. 159).
Si la función estratégica de las emociones es mantenernos vivos y salvos. También nos ayudan a dar sentido a nuestra vida y significado a todas esas personas con quienes compartimos nuestra vida.
Las emociones nos hacen estar activos y en conexión con nuestro ambiente, justo cuando el clima nos hace sudar, el hambre nos hace buscar comida, la sed nos hace necesitar algo de tomar y un dolor nos avisa que estamos en peligro. Las emociones están presentes todo el tiempo y van creciendo poco a poco.
En ocasiones las emociones no sólo nos conectan con las sensaciones corporales, sino que nos ayudan a formar significados con otras personas y en todo tipo de espacios sociales. Por ejemplo, cuando nos reunimos para hacer ejercicio con amistades y mejoramos nuestros tiempos, nos sentimos felices del trabajo colaborativo. Y mientras lo logramos, creamos un espacio con otras personas, un club o grupo de ejercicio para superarnos.
En esta sección veremos ciertos aspectos de las emociones y el objetivo será que aprendas a cuestionar qué aspectos de tu vida has descuidado, para poder fortalecerlos.
Para cualquier interés o ayuda específica, puedes hacérnoslo saber y estaremos al pendiente de tus intereses.
DERIVA
deriva.com.mx/citas